sábado, 28 de marzo de 2009

Gran Torino, gran película

Dirección: Clint Eastwood.
Género: Drama.
Interpretación: Clint Eastwood (Walt Kowalski), Christopher Carley (padre Janovich), Bee Vang (Thao), Ahney Her (Sue), Brian Haley (Mitch), Geraldine Hughes (Karen), Dreama Walker (Ashley), Brian Howe (Steve), John Carroll Lynch (Martin), William Hill (Tim Kennedy), Brooke Chia Thao (Vu).
Guión: Nick Schenk.
Productora: Malpaso Productions.



Gran Torino es una historia de héroes y villanos. Con sus casi 80 años, este legendario actor norteamericano no ha perdido sus dotes para la interpretación. Parece extraño que Nick Schenk no pensara en él como protagonista del film, puesto que el papel de tipo duro que esconde un gran corazón le encaja a la perfección. Esta película, según dicen, la última que interpretará Eastwood, refleja de manera cruda y realista temas sociales tan actuales como la violencia, el racismo, la inmigración, la insolidaridad entre vecinos, la paternidad y las pobres e interesadas relaciones familiares. Pero además de una sociedad envenenada, esta cinta retrata también la vida de un hombre que aunque desagradable, áspero y lleno de prejuicios, todavía tiene remedio.

Uno de los propósitos de esta película es intentar dar un mensaje de vida dentro de un contexto de muerte. El film comienza con el entierro de la esposa de Walt, y a partir de este momento, el protagonista simplemente piensa en pasar sus días alejado de todo y esperar que llegue su hora. Todo lo que altera la sedentaria y apática vida de Walt, basada en beber cerveza, cuidar su jardín, limpiar su Gran Torino del 72 y sentarse en el porche son las continuas visitas de un joven sacerdote que prometió a su mujer que lo confesaría, el interés material de sus hijos y la llegada de inmigrantes de etnia hmong a su vecindario (procedentes del Sudeste asiático).

Walt ve la muerte en todas partes, sus recuerdos sobre la Guerra de Corea le atormentan y le impiden ser él mismo. Durante todo este tiempo se ha forjado un escudo que lo aleja y “protege” del mundo real, y en definitiva, de la vida. Sin embargo, el intento de robo de su Gran Torino por parte de su vecino adolescente (movido por los pandilleros del barrio), lo hará despertar. La hermana y la madre de Thao, le ofrecen a Walt los servicios del muchacho durante una semana. En este periodo Walt recobrará poco a poco las ganas de disfrutar de la vida, irá modificando su conducta racista y verá en Thao aquel hijo en quien perpetuarse y también el motivo para gastar el último aliento de su vida.


Walt se convierte en un maestro para Thao, al que llama en tono bromista “atontao” por no recordar su nombre y por su personalidad tímida y reservada. El viejo cascarrabias se convierte en la figura paternal que el adolescente no posee, y aprenderá de él todo lo necesario para convertirse en un hombre. Asistimos a la relación entre personas con carencias que acaban encontrando en el otro lo que necesitan para seguir adelante. A pesar del carácter huraño, seco y desafiante del veterano de Guerra que ve en cualquier momento la ocasión para desenfundar su rifle M-1, Thao y sobre todo Sue, su hermana, descubren en él a un hombre que, en el fondo, anhela el cariño y el sentimiento de pertenencia a una familia.

La relación entre Walt y Thao evoluciona de manera bastante creíble y natural, aunque con la que más química demuestra es con Sue que incluso convence a Walt para que asista a una comida de hmong y posteriormente a una barbacoa con jóvenes.

Poco a poco Walt se va integrando en esta familia de asiáticos, a la que en un primer momento rechazaba y catalogaba de “jodidos amarillos”. Pero su actitud se modifica y se da cuenta de que tiene más en común con ellos que con su propia familia. Su relación se estrechará hasta tal punto que se convertirá en el héroe que dará la vida por ellos.

Es un drama intenso y profundo, pero que no está exento de humor. Los intentos de Thao para hablar como un hombre en la peluquería, los motes que pone Walt a Thao y a los hmong, la escena en la que Walt come rodeado de asiáticas y el momento en que los hmong hacen ofrendas a su vecino agradeciéndole haber salvado a Thao, hacen que a lo largo de este drama soltemos alguna que otra carcajada.

Se trata de un film muy bien hilado y con un final que encumbra a la película a la categoría de obra maestra.

1 comentario:

  1. jeje la peli esta bien pero creo q al final te has pasado con lo de obra maestra,aun asi muy bien comentado

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