miércoles, 24 de junio de 2009

LA CLASE, EL RETRATO DE LA DECADENCIA DEL SER HUMANO

FICHA TÉCNICA
Título: La clase.
Título original: Entre les murs.
Dirección: Laurent Cantet.
País: Francia.
Año: 2008.
Reparto: François Bégaudeau, Nassim Amrabt, Laura Baquela, Cherif Bounaïdja Rachedi, Juliette Demaille, Dalla Doucoure, Arthur Fogel, Damien Gomes
Guión: François Bégaudeau.
Fotografía: Pierre Milon.
Distribuidora: Golem Distribución
Productora: Centre National de la Cinématographie (CNC), Canal+, France 2 Cinéma, Haut et Court, Memento Films Production

LAURENT CANTET, SIMPLEMENTE MOSTRAR

Laurent Cantet, es un director de origen francés. La clase es su quinto largometraje por el que ha obtenido la Palma de Oro de Cannes. A éste le han precedido otros títulos como Hacia el sur (2005); El empleo del tiempo (2001), por el que obtuvo el León de Oro en el Festival de Venecia; Recursos humanos (1999) y Les Sanguinaires (1997). Durante su estancia en un instituto de la periferia de París, donde trabajaba impartiendo un taller de arte dramático, Cantet conoció al que es el protagonista y guionista del film, François Bégaudeau, quien ha sido músico, periodista, crítico de cine en Cahiers du Cinéma y novelista y también profesor. De su labor como docente surgió su novela Entre les murs, que cosechó un enorme éxito en 2006.

Como podemos comprobar, al estilo de Carlos Sorín en Historias Mínimas, Laurent Cantet, ha contado en su reparto con innumerables actores no profesionales. François Bégaudeau, por ejemplo, se interpreta a sí mismo en el papel de François, profesor de lengua francesa. Asímismo, el director también se ha valido de la espontaneidad y naturalidad de los adolescentes que interpretan a los alumnos de François. Los chicos resultan creíbles y se intentan evitar los estereotipos. Como él mismo cuenta: “Los alumnos nunca leyeron el guión. Curiosamente, cuando improvisaban situaciones descritas por nosotros, encontraban espontáneamente expresiones y palabras que aparecen en el libro de François, como si hubiera un arquetipo de la lengua y de las inquietudes de los chicos”.

En el film, François es un profesor de lengua francesa en un instituto de los suburbios de París. A lo largo del curso se tiene que enfrentar a adolescentes conflictivos que no aceptan sus métodos de enseñanza. Sus principales oponentes son Esmeralda, Souleymane y Khoumba a los que se enfrenta mediante el diálogo con el fin de modificar su actitud y mala conducta. El profesor intenta instaurar una relación igualitaria con los alumnos, pero finalmente se ve obligado a someterse al sistema.

LA DESOLADORA IMAGEN DE LA EDUCACIÓN

En La clase, no hay un argumento, no existe una trama que gire alrededor de un acontecimiento. Con este film, lo que el director intenta es mostrar lo que ocurre “entre los muros” de un colegio de un suburbio francés. No hay acusaciones a alumnos, padres o profesores, simplemente se realiza un retrato social de la escuela actual. Mediante la técnica del documental, un estilo de narración sin barroquismos ni estridencias, se relata el desarrollo de una clase de lengua francesa durante un curso escolar. Los chavales retratados por Laurent Cantet son insolentes, maleducados, no tienen respeto ni por los profesores ni por sus compañeros, son violentos y agresivos y responden con insultos cuando se sienten indefensos. Nada más alejado de la realidad. Este film ultrarrealista muestra simplemente lo que en nuestros días es una clase a todos aquellos que no tienen la oportunidad de comprobarlo con sus propios ojos.

Lo que era una clase hace años, ya no lo es ni por asomo. La multiculturalidad es una de las novedades: chinos, marroquíes, africanos y europeos conviven o interactuan en el mismo aula día tras día. Sin embargo, este cambio no es de los más significativos. Independientemente de su raza, los alumnos de hoy ya no son los de antes, les falta disciplina y educación y no tienen ni el mínimo interés por aprender. En este contexto hostil, los profesores luchan por hacerse escuchar, por intentar enseñarles algo que les haga salir de esa incultura en la que felizmente están inmersos. Los adolescentes defienden sus derechos y no creen tener ningún deber, en cambio, sí exigen a los profesores aquello de lo que ellos mismos carecen: la educación.

En el film hay un episodio violento que traerá como consecuencia la expulsión de un alumno. Ante situaciones como ésta los profesores se sienten impotentes, y no ven otra solución que castigar a aquel que comete la falta a lo que tanto se negaba François, pero que finalmente tiene que acatar. Pero si reflexionamos ¿es esto realmente una solución? o ¿deberíamos buscar la raíz del problema? Para un alumno de 15 años, la raíz está ya demasiado profunda. Por esta razón, Laurent Cantet no intenta buscar un remedio, simplemente nos muestra lo que hay: impotentes soluciones locales a inabarcables problemas globales.

UNA ESCENA REALISTA

La película está rodada en tono realista, para ello esta película adquiere el formato de docudrama, encontramos recursos como la cámara al hombro, iluminación artificial casi imperceptible y un zoom que se acerca y se aleja en el mismo plano. Todo ello, unido a la ausencia de música o banda sonora, provoca en nosotros la sensación de que el film ha sido grabado sin indicaciones, ni marcas. Parece que la cámara ha recogido el desarrollo cotidiano de una clase en una escuela de los suburbios de París, sin artificio ni guión. Como ya hemos mencionado anteriormente, este estilo y la creación de este ambiente también ha sido propiciada por el hecho de contar con actores no profesionales.

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